Este texto lo escribi después de unas bien merecidas vacaciones en la ciudad mas bella del mundo: La ciudad de la esperanza.
Tiene ya mucho tiempo que no publico nada en mi blog, mucho incluso que no le cambio un header que fue producto de una apuesta. ¿Por qué? Poque la verdad me sentia perdido y sin identidad. Fue por eso que decidi hacer mi maleta, tomar un camión y fugarme una semana a la ciudad de México.
Por eso y nadamás, tenia que reencontrarme conmigo (por muy mamón que suene). No para ver a una chava. No porque estuviera harto de mis padres. No porque Puebla fuera aburrido.
No recuerdo cuando me senti tan feliz y tan libre como esta semana, estaba en mi ciudad, en esa ciudad que es la mas grande, la mas contaminada. Donde siempre hay trafico y una nueva historia por contar, donde el estrés (según dicen) esta al cien, donde la inseguridad es parte de la cotidianeidad…
Esa que finalmente, sigue siendo mi ciudad, mi infancia, mi ternura, mis bases, mi primaria, mis amigos, mi forma de ser, mi libertad, mi familia…
Y vi los volcanes, aun de madrugada, despidiendome, bañados en nieve. Y me subi al metro como tenia años de no hacerlo. Y vi amigos que tenia 4 años que no viea. Vi a otros que apenás conocia. Otros de toda la vida. Recorri las calles de mi infancia y dormi en el mismo cuarto en el que dormia cuando era niño, en el mismo cuarto en el que ya pensaba en ella. Ella…quien por cierto ni idea tiene de que pase una semana en la capital. Ella, con la que pase la mejor epoca de mi vida…precisamente en esa ciudad.
Y visite a mi familia. Y escuche los clasicos “Mira como has crecido” y los ahora muy novedosos “mirate nadamás, que flaco”. Y fui al centro Nacional del Arte. Y Fui a meave, y regrese al centro, al zocalo.
Y si…hay mucha gente y mucho trafico, pero nada que no se soporte. Y conoci Chabacano con mi amigo Taker. Y fui a casa de Montse como he ido ya un montón de veces. Y vi a la guapisima de Paloma. Y fui al centro con una de las amigas que mas agradesco tener, Mayra. Y volvi a ir al centro con chamo y richi, dos amigos que tenia 4 años sin ver y pasamos el dia recordando todas las estupideces que hicimos cuando teniamos 12 años..que lindos recuerdos.
Y comi las delicias que hace mi abuela. Y me reventé un par de tortas don Polo. Y volvi a sufrir (tal como hace 4 años) una derrota del Necaxa. Y vi un periodico de 1961 y cuando le comente a mi abuela me dijo “en ese año nos casamos tu abuelo y yo…” seguido del conteo de sus recuedos.
Y fui al tianguis sabatino de Zapata. Y Fui a portales. Y me empape corriendo por antillas. y compre discos. Y si, me subi al metro…si otra vez. Y otra vez. Y unas 15 veces para ser exacto.
Y me perdi en el centro. Conoci allende, Mesones, Bellas Artes, Anaya, Nativitas, Chabacano, Viaducto…la conoci a mi modo y a mi manera. Y volvi a ver los volcanes, esta vez sin nieve y con ya sabor amargo, a nostalgia, dandome la bienvenida a casa.
El dia previo a mi viaje, platicando con Nefer le comenté que no sabia que haria con mi blog pues nadie lo leia (y dudo que las cosas cambien) y que seguramente lo cerraria. Le dije que lo pensaria y decidiria después de mi viaje… ella solo dijo que era muy drastico y creo que tenia razón. Pues bien, llego el dia y decidi que no lo cerrare, porque aunque casi nadie entra a leerlo, sigue siendo mi fuente de escape, incluso cuando no tengo de que escaparme.
¿Qué me dejo el viaje? Buenas anecdotas, nostalgia, dos playeras nuevas del Necaxa, un par de CDs, un boleto del metro edición especial por los 100 años de la UNAM y si…sobre todo Nostalgia.
No es un secreto, vivir en Puebla no me gusta y tengo planeado irme de aquí en 6 meses…pero del plato a la boca, suelo tirar la sopa.
Borrego,